Sevilla es la cuarta ciudad de España en uso de redes sociales

Sólo en la capital hay 590.000 usuarios de Facebook y 500.000 en Instagram y se calcula que nueve de cada diez sevillanos usa WhatsApp y fue víctima de la caída mundial de la red.

 

Aunque desde la compañía de Mark Zuckerberg aseguran que sólo dan datos globales y no los números regionales ni locales, se calcula que sólo en la capital hay 590.000 usuarios de Facebook y 500.000 en Instagram y que sólo la adelantan en estos parámetros Madrid, Barcelona y Valencia. Y, en cuanto al WhatsApp, se estima que el 90 por ciento de los sevillanos usan esta aplicación de mensajería. Lo que significa que la caída mundial del pasado lunes afectó a nueve de cada diez sevillanos.

 

Los datos, extraídos del estudio elaborado por «The Social Media Family» correspondiente al año 2021, ponen de manifiesto que tras los dos gigantes tecnológicos se sitúa Línkedin con 470.00 usuarios y Twitter con 152.063 seguidores y también que TikTok ha experimentado un enorme crecimiento ya que, según afirman, el año 2020 ha sido el de esta red que se usa mayoritariamente para colgar vídeos.

 

Ese informe, que ha estudiado las 50 ciudades más pobladas de España, pone de manifiesto que Sevilla sigue la misma tendencia global de uso masivo de estas plataformas sobre las que se ha puesto el foco estos días después de la caída en el sistema. En cuanto al WhatsApp, la aplicación de mensajería es usada también de forma mayoritaria. Los propietarios tampoco dan datos oficiales de su uso en Sevilla pero se calcula que hay un índice de penetración del 90 por ciento de las líneas telefónicas.

 

El perfil de usuario de esta red de mensajería instantánea es el más amplio de todos ya que va desde el adolescente que estrena su primer teléfono al octogenario. Y eso significa que sólo diez de cada cien no lo utilizan. Si acaso entre los que los rechazan, además de algunos ancianos a los que les resultan más complicadas las nuevas tecnologías están algunos que temen que sus datos personales puedan ser utilizados por otros.

 

Frente a esos recelos, Javier Padilla, empresario sevillano de internet y experto en redes sociales, asegura que WhatsApp es la aplicación «más segura» ya que realiza una «encriptación» de los datos que hace que las imágenes o los audios de voz, además de los mensajes de texto vayan directos al destinatario y evita que pueda llegar a otros. En este sentido, dice que pese a que hay otras aplicaciones como Telegram que «tienen fama» de ser más seguras, no lo son tanto como WhatsApp, la que se considera «la herramienta más segura».

 

Padilla, con una amplia experiencia de más de veinte años en el sector, explica lo que ocurrió el pasado lunes cuando se produjo la caída mundial. Los ordenadores se identifican normalmente con un número o IP y esos números se traducen con una dirección que llega a los servidores. Y lo que sucedió en esta ocasión fue que en Facebook se rompió el traductor de esas direcciones impidiendo que internet llegara a los ordenadores. Una avería que, en cualquier caso, tuvo como consecuencia que no se pudo usar WhatsApp, Facebook o Instagram durante horas.

 

Para el experto, el hecho de que de repente millones de personas se movieran hacia redes nuevas demostró que existe adicción. Según ha calculado, cada persona desbloquea el móvil una media de 150 veces al día entre semana, aunque los festivos pueden ser más. Y que cada usuario utiliza la red de mensajería mínimo una hora al día.

 

Ya existe lo que denominan «FOMO» o «Fear Of Missing Out», el miedo a quedarse fuera o perderse lo que está ocurriendo. Y también la nomofobia, el temor obsesivo a no poder utilizar el teléfono para comunicarse, algo que ya se trata en centros especializados.

 

«Las redes sociales son una herramienta maravillosa, el problema es que aún estamos aprendiendo a usarlas», advierte el experto sevillano. Además, según dice, las aplicaciones de los móviles «se programan siguiendo técnicas de enganche parecidas a las de las tragaperras». Por eso asegura que muchos acuden, por ejemplo a Instagram sólo para ver cuántos likes tienen. «Quieren saber qué opina la gente de ellos», explica el experto. que recuerda que uno de los principales problemas es que si antes el bullying se daba sólo durante las horas de clase, ahora con las redes sociales, «se extiende a las veinticuatro horas del día».

 

Padilla, que ofrece periódicamente charlas en los colegios para explicar el uso de las redes sociales, asegura que el móvil «se ha democratizado y nos iguala a todos. Lo usa igual el niño de Sevilla que el de Wisconsin». En cualquier caso, defiende las ventajas de estas formas de comunicarse que aportan muchas posibilidades siempre que se haga un uso racional. «Son una herramienta maravillosa. El problema es que aún estamos aprendiendo a usarlas», advierte.