Rocío Fernández por María José Andrade

Dicen que el dragón es un “ser mitológico que aparece en diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos… Y que, además, es un símbolo de realeza, fuerza, buena suerte y poder”.

 

Pero, y en este caso, lejos de ser mitológica, la protagonista de Mujeres Valientes en Extradigital, es real

 

A ella me unen años en Canal Sur, empresa en la que trabaja como jefa de Área de Marketing, Dirección Innovación y Negocio, y a la que hoy quiero hacer un homenaje, porque vida y las circunstancias, la han convertido en una auténtica “dragona”.

 

Su perfil es el de una grandísima “marketiniana”. Sabe mucho de medios, de marketing y de publicidad. Es una profesional muy admirada y respetada, pero lo que la hace única y admirable es su manera imparable e incansable, de remar por el río que tiene mil vidas, y que cruza diariamente para celebrar la vida, y junto a sus compañeras, todos los días.

 

Dragonas BCS Sevilla

Rocío es la presidenta de Dragonas BCS Sevilla; una asociación formada por miembros del equipo del barco Dragón, y con las que comparte la experiencia de haber sobrevivido al cáncer. Son mujeres que reman en todos los ríos en los que tienen la oportunidad de competir, y llevan a cabo una de las acciones en las que ellas mismas se han convertido en toda una declaración de intenciones: Remar en equipo y juntas (unas palabras que repiten, y en las que hace hincapié sin descanso).

 

Devuelven la vida a todas. Promueven el deporte para prevenir. Tres veces en semana se unen para, a través del trabajo en equipo, para fortalecerse… SIEMPRE EN EQUIPO.

 

Son campeonas de Andalucía y de España y de Europa en 200 m en el 2022. Su filosofía de vida es integrar el deporte como medida de prevención y de superación del cáncer, y saben reconocer que el valor, su valor, es el de todas

 

El remo, y el barco dragón, pertenece a la categoría de piragüismo, y aunque pueden hacer cualquier deporte, esa modalidad la pueden realizar en equipo. Ellas mismas, las componentes del barco BCS, pertenecen a la embarcación femenina, haciéndolo en igualdad de condiciones, porque también comparten barco con hombres.

 

Doce son las personas que se unen para llevar la mirada fija en el remo. Diez son las que reman y siempre van en equipos. Algo que reitera Rocío, constantemente porque es absolutamente indispensable para poder continuar y acompañar.

 

Y siempre en equipo

(sí, otra vez la palabra equipo) porque necesitan apoyarse ya que son muchas la que siguen en tratamiento y hay días en los que está enfermedad, engloba, no sólo a quien la padecen, sino también a su entorno con el que palean sin apenas darse tregua.

 

El deporte, y este en concreto, les ayuda a volver a la vida. A integrarse a una vida que tuvieron que parar en ese instante en el que tenían que hacerlo porque debían ocuparse, al cien por cien, de ellas y en un momento en el que requieren de todas sus ganas.

 

Tienen medallas de oro en distintas categorías, pero la más importante que se cuelgan es, sin dudarlo, cuando suben al podio y obtienen el reconocimiento a su esfuerzo y a su perseverancia por superar y por sentir el poder del timón y el tambor que va marcando el ritmo de cada una de las palas que ya son una parte inseparable de ellas mismas.

Su compromiso, el de las unas con las otras, es pura sincronización para que el barco surque miles de leguas. Un barco que “vuela” con unas tripulantes que ganan todos los días. Mujeres que ganan vida. Una vida que ha estado marcada por la angustia, la ansiedad y la incertidumbre de la enfermedad que las ha unido, y las ha hecho indestructibles.

 

El deporte es su salvavida para volver a su vida normal

Son ejemplos de mujeres reales. Hacen más de lo que dicen y son unas referentes. Y es que para muchas es necesario sentir que hay muchas como ellas. Mujeres que asumen una experiencia que también comparten.

 

Mujeres que tienen la certeza de que la vida les ha dado una segunda oportunidad. Una segunda oportunidad para devolver a la sociedad, todo lo que les ha dado la vida y que es, nada más y nada menos que seguir viviendo.

 

Rocío Fernández ha cogido el timón que va más allá de un barco que se llama BCS. Ella, y todas reparten algo que les sobra: generosidad. Y desde esa generosidad que las hacen invencibles, es gratificante encontrarte con mujeres como Rocío Fernández.

 

Le pide a la vida un día más. Le pide sonrisas. Le pide ver el lado bonito de las cosas y fuerzas para luchar porque eso, y sólo eso, les hace fuertes e imprescindible.

 

Ella lidera un proyecto “con corazón” y capitanea un barco en el que es remar juntas… “Hasta el infinito y más allá”.

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