Reducción de plantilla en The Washington Post

La plantilla de The Washington Post se reducirá en torno a un 10% en los próximos tiempos, en principio mediante salidas voluntarias. La consejera delegada interina Patty Stonesifer ha comunicado a la plantilla de en torno a 2.500 personas que hasta 240 de ellas podrán acogerse a ese plan de bajas incentivadas de cara a ajustar las dimensiones de la compañía al escenario actual. El periódico reconoce que “las proyecciones de suscripciones, tráfico y publicidad” en los últimos años han sido “demasiado optimistas” y a cierre de 2023 anticipa pérdidas de unos 100 millones de dólares.

 

Esta medida se plantea para trabajadores que ocupan determinados roles en departamentos concretos de los que de momento no ha trascendido nada más. Y es la primera opción de la empresa de cara a evitar despidos, con un impacto incierto en las más de 1.000 personas que actualmente conforman la redacción. Ya a principios de año esa cifra se redujo en 50 efectivos, 20 de ellos mediante despidos y el resto con vacantes eliminadas, aunque el entonces editor y consejero delegado Fred Ryan apuntó que se mantendría el número total previo con la contratación de periodistas para cubrir otras áreas de interés con mejores perspectivas.

 

Ese proceso de apertura de esas nuevas oportunidades para conseguir suscriptores y anunciantes al margen de los contenidos clásicos de The Washington Post es el reto que hereda su sustituta provisional mientras Jeff Bezos escoge al siguiente consejero delegado estable. La referencia inmediata es The New York Times, que ha conseguido consolidar un negocio muy saludable a base de propuestas contracíclicas en lo informativo con sus áreas de pasatiempos, recetas, contenidos deportivos elaborados por The Athletic y recomendaciones de compra. Esos productos ahora componen una suscripción conjunta más cara que la compañía potencia por su capacidad de atraer y retener lectores de pago.

 

La situación en The Washington Post se ha ido deteriorando tras el final del ciclo de Donald Trump, que impulsó a niveles inéditos las suscripciones en varios grandes periódicos. Y esa tendencia ha coincidido con un replanteamiento en sus actividades asociadas a la tecnología, con la salida del negocio de la tecnología publicitaria y una eventual venta del gestor de contenidos Arc XP sobre la mesa. En esa última división, que en España da servicio a Prisa, la empresa acometió igualmente el despido de algunos empleados hace algunas semanas.

Enlace a la fuente original