Polémica en Twitter por la campaña del Ministerio de Igualdad

El Ministerio de Igualdad ha lanzado una campaña de verano en Twitter en la que defiende la diversidad de cuerpos e invita a luchar contra los estereotipos. Bajo el lema ‘El verano también es nuestro’, el cartel muestra a un grupo de mujeres grandes y con curvas que posan en bikini como si les estuvieran haciendo una foto.

 

En este collage aparece el dibujo de una playa de fondo y pretende hacer hincapié en la idea de que cualquier mujer tiene derecho a estar en la playa mostrando su cuerpo, sea el que sea. El objetivo es reflexionar sobre los cánones de belleza establecidos en la sociedad y luchar contra la gordofobia.

 

Además de la propia ilustración, el tuit contenía un mensaje muy directo y reivindicativo: «El verano también es nuestro. Disfrútalo como, donde y con quien tú quieras». La publicación terminaba abogando por «un verano para todas, sin estereotipos y sin violencia estética contra nuestros cuerpos«.

 

Pero esta campaña, creada por la ilustradora Arte Mapache para el Instituto de Mujeres, dependiente del Ministerio de Igualdad, ha causado cierto revuelo en Twitter, donde los usuarios han criticado desde el presupuesto empleado para hacer la ilustración. Un tuitero ha lamentado que la campaña haya costado 84.500 euros cuando «el salario medio en España es de 26.832€».

 

Más allá del coste, otros usuarios han comparado el cartel con los trabajos «de 3º de la ESO» o con los collages que se hacían «cuando el Windows 98 estaba de moda». Otro perfil se quejaba de que la imagen estaba «mal editada» y no tenía «sentido de la composición». «Puedes mostrar cuerpos no normativos de la moda sin hacer una bazofia de cartel, y sin gastarte tanta pasta. El trabajo a medias y el mensaje a cuartos», publicaba este perfil.

 

También ha habido quien ha criticado el propio mensaje. Una tuitera, ironizaba: «Claro porque hasta ahora las que no tenemos físico de modelo no hemos podido ir. Gracias ministerio de igualdad».

 

A raíz de esta campaña lanzada por el Ministerio de Igualdad, Alares ha publicado una reflexión sobre por qué deberían las empresas hacer políticas a favor de la mejora de la autoestima y la autoaceptación del físico.

 

En este sentido, señalan que, «la gordofobia o la cosificación comienzan desde los procesos de selección en las empresas y están relacionados con la discriminación por género, es decir, la cultura machista que cosifica a la mujer y la juzga por temas de edad, apariencia o situación familiar». Se trata de una «violencia estética contra las mujeres«, concepto acuñado por la socióloga Esther Pineda en 2012, según apuntan.

 

En este contexto, Alares aconseja impulsar la cultura del body positive entre los empleados de las empresas. «La cultura del body positive es una respuesta al body shaming: al acto de avergonzar a alguien por su cuerpo«, explican los expertos de la fundación.

 

«El body shaming demerita el valor de una persona por su apariencia, lo que puede causar heridas profundas y efectos dolorosos en aquellas personas sobre las que recaen los juicios. Tras el body positive, la tendencia es el body neutrality, que trata de atenuar el constante debate sobre el cuerpo y recuperar una cierta neutralidad para dejar atrás la recurrente importancia que se da al físico«, concluyen.

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