Piden la prohibición de publicidad “basada en vigilancia”

 

Hasta 14 compañías de diversos ámbitos de la tecnología han incluido su firma en una carta abierta que solicita a las autoridades europeas que prohíban las prácticas lesivas para la privacidad de los usuarios en publicidad digital y la competencia. La petición tiene como objetivo influir en el debate sobre la futura Directiva de Servicios Digitales, que regulará la actividad de los gigantes de internet en la región. Los firmantes consideran que Facebook, Google o Amazon abusan de su posición de mercado y lo hacen además con menoscabo de la protección de datos de los europeos.

 

En concreto apuntan que “en el modelo de publicidad basada en vigilancia, unos pocos actores pueden obtener ventajas competitivas recogiendo datos a través de webs y servicios, y las plataformas dominantes pueden abusar de su posición dando preferencia a sus propios servicios”. En ese proceso los creadores no pueden obtener los recursos que deberían a cambio de su trabajo y ese lucro cesante es especialmente importante para anunciantes y editores.

 

Además las empresas adheridas al documento señalan igualmente que sus casos demuestran que es posible desempeñar una actividad respetuosa con la privacidad de los usuarios y sostenerse mediante un modelo de negocio razonable: Vivaldi mantiene un navegador que comparte armazón tecnológico con Chrome y facilita un gran control a sus usuarios sobre la información que generan al navegar internet; Proton ofrece encriptado en su servicio de correo; y Duck Duck Go se presenta como buscador alternativo a Google para quienes desean que sus datos no viajen más allá de sus deseos.

 

Un colectivo de 14 firmas quiere que la futura Directiva de Servicios Digitales de la Unión Europea sea más restrictiva con los gigantes tecnológicos en el uso de datos de usuarios.

 

Todas ellas defienden que hoy existen otras alternativas de explotación publicitaria en internet que no necesitan “espiar a los consumidores” y modelos alternativos que pueden aplicarse sin que los ingresos se vean especialmente mermados. Su petición vuelve a aflorar de nuevo la complejidad de combinar privacidad y competencia en el escenario actual para reducir el impacto de grandes compañías estadounidenses. Esos gigantes proceden de un contexto menos restrictivo en privacidad de datos y con unas leyes de competencia menos exigentes en el ámbito digital que las que operan en territorio europeo.

 

Y además la carta abierta se publica pocos días después de que la Comisión Europea haya abierto investigación sobre Google precisamente por posibles conductas anticompetencia en su negocio publicitario. Previamente la compañía había sido sancionada con 270 millones de euros en Francia por abuso de posición en ese sector y está igualmente bajo escrutinio en Reino Unido junto con Google por la forma en la que operan sus ecosistemas digitales. A la vez tiene hasta tres causas antimonopolio abiertas en EEUU, país en el que recientemente fueron rechazadas las dos que pendían sobre Facebook.

 

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