El Senado actualiza su imagen tomando como elemento central el edificio que lo alberga

El Senado ha presentado esta semana su nueva imagen institucional, tras la aprobación de su actualización por parte de la Mesa del Senado el pasado 7 de noviembre. De esta forma, a partir de ahora la Cámara Alta se identificará con un nuevo logotipo y otros elementos creativos que han sido diseñados especialmente para optimizar la presencia de la institución en el entorno virtual. 

 

Así, tal y como ha explicado la cámara en un comunicado, la imagen institucional del Senado ha incorporado diseños adaptados al ámbito digital y los formatos audiovisuales, pero mantiene el escudo y la imagen de la fachada del Palacio para determinados usos.

 

Según recoge el portal Maldita.es, el proceso de renovación de la identidad visual se habría realizado por vía de contrato menor y habría tenido un coste de 12.000,78 euros. Según se explica en la web del Senado, se consideran contratos menores de importe inferior a 15.000 euros, cuando se trate de contratos de servicios o suministros. “Los contratos menores podrán adjudicarse directamente a cualquier empresario con capacidad de obrar y que cuente con la habilitación profesional necesaria para realizar la prestación”.

 

El adjudicatario, en este caso, fue el estudio de diseño gráfico Interletraje, que recibió el encargo en febrero de este año, cuando el presidente de la Cámara Alta era el socialista Ander Gil.

 

La renovación de la identidad visual ha tomado como epicentro la fachada del Hemiciclo de la calle Bailén, puesto que según aseguran, se trata de “uno de sus elementos visuales más reconocibles y que plasma su naturaleza parlamentaria”. Su representación gráfica ha optado por un diseño lineal, minimalista y de sencillez cromática.

 

 

Este diseño, además, se encuentra acompañado por la leyenda “Senado de España”, expresado en tipografía Lexend, un tipo de letra que, como explican, está enfocado a reducir el estrés visual y mejorar el rendimiento de la lectura. Todo ello se plasmará con los colores tradicionales de la institución: el rojo (Pantone 186) y y el blanco, a los que se suman, como secundarios, el negro y el oro para dar continuidad a la imagen del Senado.

 

 

Tibia recepción

La renovación ha sido recibida con tibieza por los usuarios de las redes sociales, que han señalado, entre otras críticas a la nueva imagen, el desplazamiento del tradicional escudo a solo determinados usos.

 

Otros también han destacado la elección del edificio que alberga al Senado como principal elemento de la identidad, pues consideran, por un lado, que reduce la institución a lo material, y por otro, cuestionan que sea un recurso identificable por el conjunto de la ciudadanía, y no solo por los habitantes de Madrid.

 

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