El perfil ideal del Director de Asuntos Públicos

Las principales cualidades y habilidades que debe tener el máximo responsable de Asuntos Públicos de una empresa u organización son, según los expertos consultados, las siguientes:

 

Conocimiento profundo de la organización

Un director de Asuntos Públicos necesita conocer profundamente la actividad de la organización para la que trabaja. De acuerdo con Diego Bayón, Director de Advocacy & Public Awarennes de Harmon, sólo si conoce bien el ‘entorno de mercado’ de la empresa podrá “identificar las oportunidades y los riesgos que se abren en la agenda pública y regulatoria”, por lo que recomienda incluirle en la dirección de la organización.

 

Dominio de los procesos legislativos

Además de conocer a fondo el entorno en el que la organización desarrolla su actividad, el director deberá saber perfectamente cómo funcionan los procesos legislativos en todos los ámbitos, ya sea local, autonómico, nacional o europeo. Así lo indica Cristina Hernández, Socia y Directora General de MAS Consulting, que afirma que para adecuar mejor las estrategias a cada caso “es esencial desarrollar la capacidad de identificar a los distintos actores que intervienen en dichos procesos y de conocer en qué momento se encuentra cada uno de ellos”.

 

Visión estratégica de largo plazo

Un buen director de Asuntos Públicos debe tener en mente en todo momento los objetivos que quiere conseguir y, a partir de lo cual, desarrollar las estrategias para alcanzarlos. Sin embargo, de acuerdo con Lara Contreras, gerente de Asuntos Públicos de LLYC, esta visión a largo plazo no debe impedir la necesaria adaptación a los cambios del contexto, que tendrá que saber analizar para acertar en sus decisiones.

 

Habilidades ejecutivas

Javier Herrero, Director de Asuntos Públicos y Relaciones Corporativas de Evercom, destaca que el director de este departamento, además de actuar siempre con rigurosidad, imparcialidad y discreción, debe tener una trayectoria consolidada. Otro de los rasgos claves, afirma, “está en la empatía, tanto dentro de la propia empresa como con los distintos interlocutores externos. En esta línea, resulta fundamental rodearse de un equipo de profesionales capacitados y conocedores del contexto en el que opera la compañía”.

 

Capacidad de comunicación

Enlazando con la necesaria empatía que deben mostrar los profesionales que ocupen este puesto de dirección, necesaria para modular los mensajes a cada uno de los interlocutores, Lara Contreras (LLYC) indica que también “es imprescindible que tenga especial talento para la negociación y establecimiento de alianzas en las que sepa convencer, pero también ceder para buscar objetivos comunes, lo que requerirá que sea un comunicador excelente”.

 

En este sentido, Cristina Hernández (MAS Consulting) añade que “debe conocer el panorama mediático a la perfección para convertirlo en una herramienta más de la estrategia de Asuntos Públicos, influyendo en los medios e introduciendo temas de interés”.

 

Faceta de coordinador

El director de Asuntos Públicos deberá también ser capaz de trabajar de forma coordinada con el resto de departamentos de la empresa. “Es necesario estar coordinado con todos los departamentos por si resultara necesario activar acciones paralelas que generen impacto cuando más se necesite y ayuden a maximizar su capacidad de influencia”, expresa Javier Herrero (Evercom).

 

Esta necesidad de coordinación también la comparte Diego Bayón (Harmon), que cree que “un trabajo coordinado y verdaderamente 360º permite anticipar o mitigar riesgos legales y regulatorios desde Asuntos Públicos” y recomienda que “que exista un responsable de Corporate Affairs que aglutine capacidad de decisión sobre todas estas funciones o, al menos, que el Director de Asuntos Públicos actúe de la mano con estos equipos”.

 

Ética y creatividad

Lara Contreras (LLYC) señala también que un director de Asuntos Públicos debe caracterizarse por ser un líder creativo e innovador, “siendo capaz de pensar diferente y fuera de la caja, de sorprender y atreverse a tomar riesgos con nuevas ideas y propuestas”. Cristina Hernández (MAS Consulting) añade también los principios éticos como uno de los rasgos con los que debe contar: “sin compromiso ético, la labor del lobista pierde todo su propósito”.

 

En conclusión, el director del departamento de Asuntos Públicos debe ser una persona experimentada, capaz de planificar a largo plazo y adaptarse a los cambios contextuales, con profundo conocimiento tanto del sector de actividad de la organización como del funcionamiento del proceso legislativo y los actores que lo rodean, con habilidades de comunicación y negociación, con capacidad para trabajar en equipo y coordinarse con otros departamentos, empático y creativo, no olvidando nunca la imprescindible ética.

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