Entrega de la séptima edición de los Premios Gurmé Sevilla

La hostelería sevillana vivió su gran noche con la celebración de unos galardones más que consolidados. Los Premios GURMÉ regresaron por la puerta grande con una gala nocturna que permitió a decenas de hosteleros disfrutar de una velada sin restricciones en la que el buen ambiente y las ganas de compartir fueron la tónica dominante.

 

En un escenario de excepción como es la reciente Factoría Cruzcampo (ubicada en la sede de la antigua fábrica cervecera) el sector de la restauración sevillana festejó su gran noche, una cita que dejó doce premiados y una Mención especial.

 

Quisieron arropar a este gremio tan trascendental en la provincia autoridades como Juan Marín, vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, además del alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, y directivos de Cruzcampo, anfitriones de la cita, como Ada Bernal, directora de relaciones institucionales en Andalucía de Heineken España y socia de la APC, y Antonio Pardo, responsable regional de eventos comerciales de Heineken, además de Álvaro Ybarra, director de ABC de Sevilla, y Álvaro Rodríguez Guitart, director general de ABC Andalucía.

 

La séptima edición de los Premios GURMÉ cuenta con Cruzcampo como partner estratégico y el patrocinio de Arroz SOS, Barea Grupo, Royal Blyss, Caja Rural del Sur, Gruppo Cimbali, Bodegas Beronia, Catunambú, Grupo Merino, Aua Pure Water y Aceite Guadalimón Aceite Virgen Extra Monovarietal.

 

Antes de iniciar la entrega de los galardones, Ada Bernal se dirigió a los presentes para elogiar el espacio en el que se celebraban los premios: la recién inaugurada Factoría Cruzcampo, que abrió al público el pasado mes de junio. «Estamos muy orgullosos porque estamos teniendo muy buena acogida, como demuestra la Medalla de Andalucía que acabamos de recibir.

 

La Fundación Cruzcampo ha evolucionado en sus 25 años de historia dando respuesta a los problemas que nos preocupan, que en este caso son dos: los jóvenes y la hostelería». Bernal indicó que la nueva Factoría es un espacio abierto al público pero que «está impregnado de un fin social: inspirar a las nuevas generaciones y descubrir su talento». Todo lo recaudado en dicho espacio, recordó Ada Bernal, se destina íntegramente al proyecto formativo de la escuela de hostelería, destinada a jóvenes que buscan una oportunidad.

 

Los galardonados, al igual que en anteriores ocasiones, han sido elegido la mitad por el público a través de sus votaciones en internet y la otra mitad por un jurado profesional, integrado por Luis Millán, hostelero de La Isla y Puerta Caleta; Emilio Gimeno, socio de La Casa del Tigre y Petit Comité; Cinta Romero, de La Cochera del Abuelo y el crítico gastronómico Álvaro Salinero, además de Isabel Aguilar, editora de GURMÉ Sevilla y secretaria de dicho jurado.

 

La entrega de premios, conducida por el periodista Rafa Posadas, contó además con una sorpresa, puesto que el equipo de GURMÉ dio a conocer su «Mención especial» de esta edición, que recayó sobre el hostelero Sixto Tovar, de Eslava.

 

Los otros doce protagonistas de la noche fueron los bares y restaurantes de la provincia de Sevilla elegidos por el público y por el jurado profesional. Así, entre los ganadores del público se encontraba la Taberna del Alabardero (Zaragoza, 20) en la categoría de «Mejor restaurante de cocina tradicional», un espacio perteneciente al Grupo Lezama y vinculado a la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla. El ganador del Premio a «Mejor bar de cocina tradicional» fue Cervecería Pepe Cruz Casa Pepito (Previsión, 8), un negocio que cuenta con seis años de vida aunque su creador se curtió en la concurrida barra de El Tremendo, donde se forjó su debilidad por los buenos productos, especialmente los procedentes del mar.

 

El público decidió que Palo Cortao (Mercedes de Velilla, 4) ganara el Premio «Mejor restaurante de cocina creativa», un bar que como su propio nombre deja intuir, está muy centrado en el maridaje con los vinos del Marco de Jerez, de los que se encarga la enóloga Ana Hergueta, quien dirige el espacio junto al chef Ángel Rodríguez.

 

El Disparate (Alameda de Hércules, 11) ganó el premio «Mejor bar de cocina creativa», un espacio desenfadado y actual puesto en marcha por el equipo de El Gallinero de Sandra.

 

Los votos del público decidieron que el «Mejor establecimiento de la provincia de Sevilla» fuera Lolita Fusión (avda. Ronda Norte, 48, Carmona), restaurante puesto en marcha hace siete años por tres jóvenes con inquietudes en el mundo de la restauración: Pablo García, José María Rueda y Moisés Puerto. Por último, el Premio revelación a «Mejor apertura 2021» recayó en Justa Rufina (Pl. de la Magdalena, 5), restaurante del madrileño Azotea Grupo, que cuenta con establecimientos en espacios singulares principalmente en Madrid, aunque también se encargan de la gestión de El Cuartel del Mar, en la playa de la Barrosa (Chiclana de la Frontera).

 

Entre los seis ganadores del jurado se encuentra Jaylu como «Mejor restaurante de cocina tradicional». Durante años Jaylu (López de Gómara, 19) ha sido el paradigma para los amantes del mejor pescado en Sevilla, un rincón de Triana por el que han pasado todo tipo de personalidades y aficionados a la alta gastronomía. Su equipo, capitaneado por la familia Caballero, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos y conseguir que su restaurante siga estando en lo más alto de la hostelería local.

 

La Barra de Inchausti (Tomás de Ibarra, 10) ganó el premio «Mejor bar de cocina tradicional» elegido por el jurado. Isidro, Jorge y Conchi heredaron de su padre el amor por la cocina sanluqueña y los sabores marineros. Después de años al frente del restaurante del arco del postigo, los hermanos abrieron un nuevo espacio de corte actual en Tomás de Ibarra, donde han demostrado que su propuesta se adapta como un guante a todo tipo de formatos y que el apellido Inchausti tiene aún mucho recorrido por delante en la hostelería sevillana.

 

En cuanto al «Mejor restaurante de cocina creativa», el ganador fue Iki (Luis de Morales), el restaurante de Nervión que nos enseñó a disfrutar de la auténtica cocina japonesa bien interpretada. Aires de creatividad para fusionar la gastronomía nipona con la mediterránea, dando al mejor producto todo el protagonismo.

 

Y el «Mejor bar de cocina creativa» para el jurado fue La Brunilda (Galera, 5). En un rincón del Arenal lleva años sorprendiendo con una cocina atrevida el argentino Diego Caminos, que fusiona sabores cercanos y lejanos en su pizarra de tapas y los marida con elegancia en su recoleto salón de techos altos de la mano de Esperanza Nievas. Hasta allí llegan no solo sevillanos, también ha cautivado al público de fuera que busca una gastronomía moderna y seductora en pleno centro de la ciudad.

 

El «Mejor establecimiento de la provincia» para el jurado fue Cal Viva (Fray Diego de Cádiz, 41). Después de una larga andadura en Sevilla y un necesario paréntesis, Leo Ramos eligió su pueblo natal para empezar un nuevo camino. Hace cuatro años ya que abrió Cal Viva en Morón de la Frontera, y en este tiempo ha conseguido que se hable de su cocina y ha atraído a comensales de toda la provincia. Recetas de mercado con las raíces bien agarradas a la tierra es lo que ofrece este chef que huye de las etiquetas y que tiene debilidad por los sabores dulces.

 

El último de los doce premios se entregó a Salmedina (Guardamino, 1), elegido como «Mejor apertura 2021» por el jurado. Para abrir un sitio como Salmedina hay que conocer muy bien el fondo del mar, y el equipo que tiene detrás este reciente espacio puede presumir de ello. Después de seducir a los paladares más exigentes con Tribeca y romper el molde de la hostelería tradicional con Cañabota, nada mejor que una cervecería de siempre con aires marineros para que el público disfrute de sevillanas maneras de los manjares que trabaja este grupo.

 

La gran sorpresa de la noche se la llevó Sixto Tovar, hostelero al frente de Eslava, quien recibió la Mención Especial que entrega el equipo de GURMÉ de forma paralela a sus premios. Abrumado por el reconocimiento (que recibió sin esperarlo mientras estaba sentado en el público), el restaurador dio sabios consejos a las generaciones que llegan ahora: «A los jóvenes les digo que se puede», manifestó visiblemente emocionado.